Ansiedad

La ansiedad afecta tu salud emocional.

A veces, todos nos sentimos nerviosos y temerosos en diferentes situaciones.

Pero, cuando eso no se va y se convierte en ansiedad, puede arruinar tu vida tanto mental como físicamente.

Escuchemos a algunas personas describir cómo se sintieron con ansiedad.

Sufrir de ansiedad dificulta avanzar hacia adelante.

“No podía dejar de preguntarme qué era mejor para mi futuro y si estaba tomando las decisiones correctas. Tuve que escoger, pero no sabía si era la elección correcta para mí”. – Ariel

“A los 25 ya tenía un muy buen trabajo y mucho trabajo. No podía dejar de pensar en el trabajo por un segundo”. – Juan

“A los 29, mi ansiedad había empeorado tanto que no podía concentrarme en ninguna reunión, clase o conversación”. – Ámbar

La ansiedad crea miedo.

“Sentía que me iba a morir. Fui a la sala de emergencias. Me dijeron que me había dado un ataque de pánico. Los sigo teniendo desde ese ataque”. –Tina

“¿Alguien se olvidó del calentamiento global, el colapso del sistema financiero y la posible guerra mundial? ¡Hola! Tantas cosas podrían salir mal y debo estar preparado en todo momento”. – Martín

“Evitaba la cafetería y los lugares de reunión de mi trabajo. Si alguien me hablaba en el trabajo, mi mente se quedaba en blanco”. – Luciano

Tus relaciones sufren cuando tienes ansiedad.

“Después de años invertidos en mi matrimonio, no estaba funcionando. No dejaba de pensar en qué hacer y, cuando me acostaba, no podía dormir ni concentrarme. Estaba tan distraída que perdía mis cosas, olvidé a mis hijos en la guardería y casi me choco varias veces”. – Maya

“Mi relación me estaba volviendo loco, o yo estaba volviendo loca a mi relación. Me preguntaba si mi pareja me dejaría y si me amaba. No quería molestarla”. – Corey

La ansiedad es canija.

Antes, odiaba la ansiedad. Es tan agotadora, cansada y obstinada, no importa lo que le digas, no tiene sentido común y no se detiene.

A veces, la ansiedad te sorprende en los peores momentos: durante una presentación, una reunión o una cita romántica. Para otros, la ansiedad siempre está ahí, por lo que no les permite socializar o tener relaciones auténticas.

La ansiedad interrumpe tu sueño, comer, relajarte, divertirte y ¡TODO!

Dolores de cabeza, palpitaciones, malestar estomacal – ¡Sí! Dije TODO.

La ansiedad te habla.

Todavía me desagrada la ansiedad. ¿A quién le encanta la sensación de estar nervioso, temeroso y como si las cosas se fueran a ir a pique en cualquier momento, todo el tiempo?

Pero aprendí que si estoy ansiosa es porque me importa. Y que me importe no es algo horrible. Tuve que aprender a canalizar y usar la ansiedad productivamente.

Ahora tengo un Ansiodómetro en mi cuerpo. Me doy cuenta cuando necesito solo vivir a pesar de la ansiedad y cuando debo de tomarla más despacio.

¿Por qué funciona la terapia?

La ansiedad nos dice acerca de tus sueños, límites y deseos. También te alimenta con mentiras e información que es verdadera, pero no útil. La ansiedad ataca a tu cuerpo y puede activar una respuesta de huida, pelea o parálisis.

Si está dispuesto, la terapia identifica y para las fuentes prevenibles de ansiedad. Si no es posible, la terapia te enseña cómo controlar la ansiedad y usarla productivamente.

Instalaremos un detector de mentiras en tu mente que to ayudará a identificar información verdadera pero no útil. Además, recibirá un Ansiodómetro para ayudarte a dar una buena pelea.

La ansiedad se alimenta de tu miedo. La terapia te enseña a disfrutar de la vida a pesar de tu ansiedad. A medida que tu alegría se vuelve más grande, la ansiedad se vuelve más pequeña.

¡Tú puedes! ¡Llámame!